"Dijo Dios:
Hagamos el hombre a imagen nuestra,
según nuestra semejanza..."
Gn 1:26
"Estaban ambos desnudos, el hombre y su mujer,
pero no se avergonzaban uno del otro"
Gn 2:25
"...y se dieron cuenta de que estaban desnudos"
Gn 3:7
"Yahvéh Dios hizo para el hombre y su mujer
túnicas de piel y los vistió"
Gén 3:21
Del
cuerpo glorioso de Adán
"[…]
el Eterno emanó al hombre, a Adán, u hombre espíritu: Réaux, que significa ser elevado en gloria espiritual Divina. Él lo
emanó en un cuerpo de gloria, incorruptible, que no estaba sujeto a ninguna
influencia de la parte elemental y no
tenía necesidad de ninguna especie de alimento para su forma, que era toda
espiritual […] Esa forma era semejante a la que tenemos en el presente. […] no
era diferente de la que tenemos, sino por la naturaleza: una era gloriosa,
espiritual y activa, y la otra tenebrosa, material y pasiva.
[…]
Adán no era susceptible de ser alimentado por ninguno de los frutos inmundos de
[la] materia, sino que era alimentado apenas de frutos puramente espirituales
Divinos de su naturaleza, porque ningún espíritu puro y simple, tal como lo era
Adán, bebe o come para mantener su forma, ya que él la deja y la retoma cuando
quiere".
IHD, VIª Instrucción
"Porque la desnudez que los libros
hebreos le atribuyen [a Adán] antes de su crimen y de la cual se dice que no se
ruborizaba, presenta otra verdad. La palabra gharoum (desnudo) procede de la raíz árabe ghoram, que significa hueso despojado de carne. Ahora bien, el hueso es el símbolo sensible de la
palabra fuerza, Virtud, porque el hueso es la fuerza y el sostén del cuerpo. Por
otro lado, esta palabra hueso remonta
por la palabra ossum de los Latinos
hasta la raíz hebraica ghatzam, que
significa una fuerza, una virtud, una Potencia desprovista de carne, o sin cuerpo de materia.
Esto parece más real en cuanto que en el
siguiente pasaje, el hombre se anuncia como que no se ruboriza de su desnudez y,
en efecto, dado que la confusión que inspira el pudor solo se debe a los
sentidos carnales, si el hombre, aunque puro y esclarecido, no sintiese, debido
a su desnudez, ni vergüenza, ni ninguna de las impresiones del pudor, sería una
prueba evidente de que no tenía ningún sentido carnal".
CN, XIII
Consecuencia
de la Caída sobre el cuerpo de gloria
"[…]
Adán, precipitado por la justicia del Eterno del centro de las regiones
celestes, fue obligado a revestirse en los abismos de la tierra con una forma
semejante a aquella que tenemos: se tornó sombrío y tenebroso por su crimen y
por la desnudez en que se encontraba con la compañera objeto de su desgracia,
por la pérdida de su cuerpo de gloria, tal como dice la Escritura, hablando
simbólicamente, cuando dijo que Dios les “vistió” [con túnicas de piel]. Ahora
bien, el vestido que Él les dio no fue otro sino la forma aparente que cubrió
nuestro ser espiritual Divino, o nuestra alma.
Dios
los expulsó del paraíso terrestre, o del cielo, para arrastrarse sobre la
tierra, como el resto de los animales y los sujetó al tiempo. Fue esa sujeción
que la que hizo a Adán sentir todo el horror de su crimen, una vez que, en su
primer estadio de gloria, siendo un ser pensante en la Divinidad, no conocía
ningún obstáculo para comunicarse con ella; mientras que, en su segundo cuerpo
de materia se encuentra sujeto a los ataques del intelecto que vienen
incesantemente para atacar a su forma aparente, para atacar luego, con su
dominio sobre ella, al ser espiritual que contiene. Ya que, cuando el alma es
sometida a este combate ya no es pensante, sino pensativa. Lo que en modo
alguno ocurría con Adán, que, habiendo recibido de la Divinidad un cuerpo de
gloria incorruptible, recibía comunicación del pensamiento del Eterno por un
ser superior que Dios le enviaba bajo una forma aparente y que le comunicaba
sin ningún velo su voluntad; mientras que habiéndose vuelto pensativo por el
trabajo que fue obligado a realizar sin cesar contra el intelecto malvado, ya
no puede volver a ser pensante si no es por el tiempo, por la unión íntima con
el espíritu. […]
Es
este crimen horrible el que le hizo sentir su desnudez, una vez que después de
haber comido (del fruto prohibido) fue despojado de su cuerpo de gloria y fue
echado del cielo, o del paraíso terrestre, y vino a arrastrarse sobre la tierra
como el resto de los animales. Adán sintió una perturbación inconcebible en su
forma de materia. […]
Al
principio, Adán tenía una acción totalmente espiritual Divina, ya que no estaba
asociado a ninguna especie de acción temporal. Consecuentemente, su ley era
puramente espiritual, mientras que en su cuerpo de materia, su acción era
extremadamente limitada y sujeta a lo temporal, lo que le volvió un ser
privado, ya que los cuerpos son un caos o tinieblas para el espíritu, lo que
prueba demostrativamente que la forma de materia de la cual Adán se revistió
por decreto del Eterno fue hecha para servirle de prisión, y para hacerle
sentir, durante todo el tiempo de morada en esta forma, el castigo de su crimen”.
IHD, VIIª Instrucción
El ser
espiritual en su forma actual
“El
ser espiritual divino encerrado en este cuerpo preside no solamente los
movimientos de esta forma, sino también la preservación de las esencias que la
componen en su pureza”.
IHD, VIIIª Instrucción
"El hombre es un fuego concentrado en un
envoltorio grosero; su ley, como la de todos los fuegos, es disolverlo y unirse
a la fuente de la cual está separado.
Si, descuidando la actividad propia de
su Ser, se deja dominar por este envoltorio sensible y tenebroso, éste se hará
con un control más o menos fuerte y duradero, según los derechos que le haya
cedido por su debilidad, por sus inclinaciones o por sus gozos. Entonces, su
fuego estaría ahogado o sepultado, por así decirlo, bajo este velo oscuro, y el
hombre, a su muerte, se encontraría como confundido con las ruinas de su forma
corporal; estos mismos restos se quedarían amontonados sobre él, mientras no
sintiese renacer en el centro de su existencia algo lo suficientemente vivo como
para romper y destruir los lazos que le atan a la región inferior de los
cuerpos.
Si, al contrario, siguiendo la ley de su
naturaleza, sabe no solamente conservar la fuerza y los derechos de su propio
fuego, sino también aumentarlos por la acción de un fuego superior, no es de
extrañar que a su muerte el ardor consuma más rápidamente la forma impura que
hasta ahora había constreñido sus movimientos, y que la desaparición de esta
forma sea más rápida.
¿Qué ocurriría entonces si el hombre
entero es abrasado por este fuego superior? Destruirá hasta el más
insignificante vestigio de su materia; no se encontrará nada de su cuerpo,
porque no habrá dejado nada impuro, al igual que estos Elegidos, que al final
de su carrera parecieron elevarse hacia las regiones celestes sobre carros
luminosos, los cuales no eran más que la explosión de una forma pura, más
natural a nuestro Ser de lo que pueda serlo nuestra envoltura material, y que
nunca hemos dejado de tener, a pesar de nuestro vínculo con la materia".
[CN, XV]
"...recordemos
la sentencia pronunciada por San Pablo, en I Cor, 15, 50: Os digo esto,
hermanos, que la
carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios, y digamos por la misma razón que el reino de Dios no
puede habitar con la carne y la sangre, consecuentemente la carne y la sangre habrán de desaparecer para que las profecías de paz de los Judíos puedan
cumplirse".
[EH,
VI]
“Comprobarás por la infección,
que es el residuo final de todos los cuerpos, cuál es el objeto de la
existencia de estos mismos cuerpos (…) la putrefacción es su base fundamental
así como su término”
DEC, vol. I
“Nuestro cuerpo es una barrera de materia tenebrosa que, separándonos
de Dios, debe perecer y desaparecer totalmente…”
LR, 774
"A medida que [en el hombre] su Ser
intelectual [espiritual] se eleva hacia la luz, su cuerpo se hunde y se
repliega sobre sí mismo, y debemos estar convencidos de que, cuando ha recogido
en él todas las Virtudes que comporta su región terrestre, su forma corruptible
ya no puede existir con él; como algunos frutos que se separan naturalmente de
su envoltorio cuando han adquirido su madurez; de modo
que la vida del uno [ser espiritual] es la muerte del otro [cuerpo físico]". [CN, XX]
«Cuando tu cuerpo está embebido de toda tu iniquidad te
abandona. Vuelve a la tierra, que es la gran piscina; y tu alma purificada se
eleva hacia su región original con toda la agilidad de su naturaleza. ¡Qué bello será este espectáculo futuro, en que todas
las almas que no hayan sucumbido a la prueba se elevarán así hacia la región de
la luz! ¿Veis el universo entero hundirse en la nada, y perder a la vez todas
sus formas y toda su apariencia? ¿Veis
todos estos espíritus purificados elevarse en los aires como la llama de un
gran incendio y mostrar una claridad deslumbrante, en lugar de todas esas
materias que se consumirán y nunca más existirán?» [HD,
203]
“La única cosa que
nuestra carne humana podría hacer por nosotros, durante nuestra estancia sobre
la tierra, sería desvanecerse sucesivamente como un
fantasma, como por obra de magia, y devolver a nuestro espíritu, por la misma
dulce gradación, su libertad primera, su fuerza y sus virtudes originales”. [HD, 97]
"Deja al
hombre extraviado estos sueños de la tierra:
No
estamos más que adormecidos en nuestro cuerpo tenebroso.
Cuando
el tiempo nos arrastre a sus restos fangosos,
la hora
que nos despierta es una hora eterna.
¡Oh!
justo, ¡qué arrebatos! ¡qué nuevo esplendor!
Tomas
otro cuerpo, en el crisol de la tumba;
un vivo
resplandor, siempre más brillante y más bello;
una
ojeada más penetrante; una voz más sonora;
un
corazón incluso más puro. Así cuando yo evapore
estos
fluidos burdos o la sal que está cautiva,
su fuego
retomará su fuerza, y se convertirá en más activo".
-El Cementerio
de Amboise-
“¿Qué
sois, elementos compuestos? Sois la esponja del pecado. Cuando tu cuerpo está
embebido de toda su deshonra, te abandona. Vuelve a la tierra, que es la gran
piscina; y tu alma purgada se alza en dirección a su región original, con toda
la agilidad de su naturaleza”. [HD 203]
“Tu alma está en tu cuerpo como en el
seno de una madre: pero en él ella puede disponer su propia conformación según
desee, y la que hubiere preparado por si debe permanecer después de su
nacimiento; después de ese nacimiento
que la materia llama muerte”. [HD 89]
“Sea
porque haya precipitado mi materia bien abajo de mi espíritu, o porque haya
atraído mi espíritu hacia fuera y encima de mi cuerpo tenebroso, se hace en mí
una división de lo puro y de lo impuro”. [HD 46]
“¿Cuál es el pensamiento del alma inmortal del hombre? Es el carro
glorioso sobre el cual reposa, que debería animar con su fuego, y que un día
debe hacerla planear en la gloria.
¿Cuál es el pensamiento del alma animal? Es su cuerpo material. Es
la producción mixta y sujeta a descomposición; dado que los diversos principios que concurren para su construcción
pueden también dividir y suspender su acción, cuando el centro que las une se
retira.
¿Cuál es el pensamiento del carro glorioso, donde reposa el alma
inmortal del hombre? Es una operación de vida; porque tiende a una progresión
que va siempre de acciones simples en acciones simples.
¿Cuál es el pensamiento del cuerpo material? Es una operación de
muerte; porque vinculándose a una raíz que no es simple, cuanto más sus
resultados se propagan, más se dividen y debilitan”. [HD 155]