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viernes, 27 de julio de 2012

Del Cuerpo Glorioso y de las consecuencias de su Caída. Saint-Martin


"Dijo Dios:
Hagamos el hombre a imagen nuestra,
según nuestra semejanza..."
Gn 1:26
"Estaban ambos desnudos, el hombre y su mujer,
pero no se avergonzaban uno del otro"
 Gn 2:25
"...y se dieron cuenta de que estaban desnudos"
Gn 3:7
"Yahvéh Dios hizo para el hombre y su mujer
túnicas de piel y los vistió"
Gén 3:21

Del cuerpo glorioso de Adán

"[…] el Eterno emanó al hombre, a Adán, u hombre espíritu: Réaux, que significa ser elevado en gloria espiritual Divina. Él lo emanó en un cuerpo de gloria, incorruptible, que no estaba sujeto a ninguna influencia de la parte elemental y  no tenía necesidad de ninguna especie de alimento para su forma, que era toda espiritual […] Esa forma era semejante a la que tenemos en el presente. […] no era diferente de la que tenemos, sino por la naturaleza: una era gloriosa, espiritual y activa, y la otra tenebrosa, material y pasiva.

[…] Adán no era susceptible de ser alimentado por ninguno de los frutos inmundos de [la] materia, sino que era alimentado apenas de frutos puramente espirituales Divinos de su naturaleza, porque ningún espíritu puro y simple, tal como lo era Adán, bebe o come para mantener su forma, ya que él la deja y la retoma cuando quiere".
IHD, VIª Instrucción
"Porque la desnudez que los libros hebreos le atribuyen [a Adán] antes de su crimen y de la cual se dice que no se ruborizaba, presenta otra verdad. La palabra gharoum (desnudo) procede de la raíz árabe ghoram, que significa hueso despojado de carne. Ahora bien, el hueso es el símbolo sensible de la palabra fuerza, Virtud, porque el hueso es la fuerza y el sostén del cuerpo. Por otro lado, esta palabra hueso remonta por la palabra ossum de los Latinos hasta la raíz hebraica ghatzam, que significa una fuerza, una virtud, una Potencia desprovista de carne, o sin cuerpo de materia.

Esto parece más real en cuanto que en el siguiente pasaje, el hombre se anuncia como que no se ruboriza de su desnudez y, en efecto, dado que la confusión que inspira el pudor solo se debe a los sentidos carnales, si el hombre, aunque puro y esclarecido, no sintiese, debido a su desnudez, ni vergüenza, ni ninguna de las impresiones del pudor, sería una prueba evidente de que no tenía ningún sentido carnal".
CN, XIII

Consecuencia de la Caída sobre el cuerpo de gloria

"[…] Adán, precipitado por la justicia del Eterno del centro de las regiones celestes, fue obligado a revestirse en los abismos de la tierra con una forma semejante a aquella que tenemos: se tornó sombrío y tenebroso por su crimen y por la desnudez en que se encontraba con la compañera objeto de su desgracia, por la pérdida de su cuerpo de gloria, tal como dice la Escritura, hablando simbólicamente, cuando dijo que Dios les “vistió” [con túnicas de piel]. Ahora bien, el vestido que Él les dio no fue otro sino la forma aparente que cubrió nuestro ser espiritual Divino, o nuestra alma.

Dios los expulsó del paraíso terrestre, o del cielo, para arrastrarse sobre la tierra, como el resto de los animales y los sujetó al tiempo. Fue esa sujeción que la que hizo a Adán sentir todo el horror de su crimen, una vez que, en su primer estadio de gloria, siendo un ser pensante en la Divinidad, no conocía ningún obstáculo para comunicarse con ella; mientras que, en su segundo cuerpo de materia se encuentra sujeto a los ataques del intelecto que vienen incesantemente para atacar a su forma aparente, para atacar luego, con su dominio sobre ella, al ser espiritual que contiene. Ya que, cuando el alma es sometida a este combate ya no es pensante, sino pensativa. Lo que en modo alguno ocurría con Adán, que, habiendo recibido de la Divinidad un cuerpo de gloria incorruptible, recibía comunicación del pensamiento del Eterno por un ser superior que Dios le enviaba bajo una forma aparente y que le comunicaba sin ningún velo su voluntad; mientras que habiéndose vuelto pensativo por el trabajo que fue obligado a realizar sin cesar contra el intelecto malvado, ya no puede volver a ser pensante si no es por el tiempo, por la unión íntima con el espíritu. […]

Es este crimen horrible el que le hizo sentir su desnudez, una vez que después de haber comido (del fruto prohibido) fue despojado de su cuerpo de gloria y fue echado del cielo, o del paraíso terrestre, y vino a arrastrarse sobre la tierra como el resto de los animales. Adán sintió una perturbación inconcebible en su forma de materia. […]

Al principio, Adán tenía una acción totalmente espiritual Divina, ya que no estaba asociado a ninguna especie de acción temporal. Consecuentemente, su ley era puramente espiritual, mientras que en su cuerpo de materia, su acción era extremadamente limitada y sujeta a lo temporal, lo que le volvió un ser privado, ya que los cuerpos son un caos o tinieblas para el espíritu, lo que prueba demostrativamente que la forma de materia de la cual Adán se revistió por decreto del Eterno fue hecha para servirle de prisión, y para hacerle sentir, durante todo el tiempo de morada en esta forma, el castigo de su crimen”.
IHD, VIIª Instrucción

El ser espiritual en su forma actual

El ser espiritual divino encerrado en este cuerpo preside no solamente los movimientos de esta forma, sino también la preservación de las esencias que la componen en su pureza”.
IHD, VIIIª Instrucción
"El hombre es un fuego concentrado en un envoltorio grosero; su ley, como la de todos los fuegos, es disolverlo y unirse a la fuente de la cual está separado.

Si, descuidando la actividad propia de su Ser, se deja dominar por este envoltorio sensible y tenebroso, éste se hará con un control más o menos fuerte y duradero, según los derechos que le haya cedido por su debilidad, por sus inclinaciones o por sus gozos. Entonces, su fuego estaría ahogado o sepultado, por así decirlo, bajo este velo oscuro, y el hombre, a su muerte, se encontraría como confundido con las ruinas de su forma corporal; estos mismos restos se quedarían amontonados sobre él, mientras no sintiese renacer en el centro de su existencia algo lo suficientemente vivo como para romper y destruir los lazos que le atan a la región inferior de los cuerpos.

Si, al contrario, siguiendo la ley de su naturaleza, sabe no solamente conservar la fuerza y los derechos de su propio fuego, sino también aumentarlos por la acción de un fuego superior, no es de extrañar que a su muerte el ardor consuma más rápidamente la forma impura que hasta ahora había constreñido sus movimientos, y que la desaparición de esta forma sea más rápida.

¿Qué ocurriría entonces si el hombre entero es abrasado por este fuego superior? Destruirá hasta el más insignificante vestigio de su materia; no se encontrará nada de su cuerpo, porque no habrá dejado nada impuro, al igual que estos Elegidos, que al final de su carrera parecieron elevarse hacia las regiones celestes sobre carros luminosos, los cuales no eran más que la explosión de una forma pura, más natural a nuestro Ser de lo que pueda serlo nuestra envoltura material, y que nunca hemos dejado de tener, a pesar de nuestro vínculo con la materia".
[CN, XV]
"...recordemos la sentencia pronunciada por San Pablo, en I Cor, 15, 50: Os digo esto, hermanos, que la carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios, y digamos por la misma razón que el reino de Dios no puede habitar con la carne y la sangre, consecuentemente la carne y la sangre habrán de desaparecer para que las profecías de paz de los Judíos puedan cumplirse".
[EH, VI]
“Comprobarás por la infección, que es el residuo final de todos los cuerpos, cuál es el objeto de la existencia de estos mismos cuerpos (…) la putrefacción es su base fundamental así como su término
DEC, vol. I

Nuestro cuerpo es una barrera de materia tenebrosa que, separándonos de Dios, debe perecer y desaparecer totalmente…
LR, 774
"A medida que [en el hombre] su Ser intelectual [espiritual] se eleva hacia la luz, su cuerpo se hunde y se repliega sobre sí mismo, y debemos estar convencidos de que, cuando ha recogido en él todas las Virtudes que comporta su región terrestre, su forma corruptible ya no puede existir con él; como algunos frutos que se separan naturalmente de su envoltorio cuando han adquirido su madurez; de modo que la vida del uno [ser espiritual] es la muerte del otro [cuerpo físico]". [CN, XX] 
«Cuando tu cuerpo está embebido de toda tu iniquidad te abandona. Vuelve a la tierra, que es la gran piscina; y tu alma purificada se eleva hacia su región original con toda la agilidad de su naturaleza. ¡Qué bello será este espectáculo futuro, en que todas las almas que no hayan sucumbido a la prueba se elevarán así hacia la región de la luz! ¿Veis el universo entero hundirse en la nada, y perder a la vez todas sus formas y toda su apariencia? ¿Veis todos estos espíritus purificados elevarse en los aires como la llama de un gran incendio y mostrar una claridad deslumbrante, en lugar de todas esas materias que se consumirán y nunca más existirán?» [HD, 203]
“La única cosa que nuestra carne humana podría hacer por nosotros, durante nuestra estancia sobre la tierra, sería desvanecerse sucesivamente como un fantasma, como por obra de magia, y devolver a nuestro espíritu, por la misma dulce gradación, su libertad primera, su fuerza y sus virtudes originales”. [HD, 97]
"Deja al hombre extraviado estos sueños de la tierra:
No estamos más que adormecidos en nuestro cuerpo tenebroso.
Cuando el tiempo nos arrastre a sus restos fangosos,
la hora que nos despierta es una hora eterna.
¡Oh! justo, ¡qué arrebatos! ¡qué nuevo esplendor!
Tomas otro cuerpo, en el crisol de la tumba;
un vivo resplandor, siempre más brillante y más bello;
una ojeada más penetrante; una voz más sonora;
un corazón incluso más puro. Así cuando yo evapore
estos fluidos burdos o la sal que está cautiva,
su fuego retomará su fuerza, y se convertirá en más activo".
-El Cementerio de Amboise-
¿Qué sois, elementos compuestos? Sois la esponja del pecado. Cuando tu cuerpo está embebido de toda su deshonra, te abandona. Vuelve a la tierra, que es la gran piscina; y tu alma purgada se alza en dirección a su región original, con toda la agilidad de su naturaleza”. [HD 203]

“Tu alma está en tu cuerpo como en el seno de una madre: pero en él ella puede disponer su propia conformación según desee, y la que hubiere preparado por si debe permanecer después de su nacimiento; después de ese nacimiento que la materia llama muerte”. [HD 89]

“Sea porque haya precipitado mi materia bien abajo de mi espíritu, o porque haya atraído mi espíritu hacia fuera y encima de mi cuerpo tenebroso, se hace en mí una división de lo puro y de lo impuro”. [HD 46]

“¿Cuál es el pensamiento del alma inmortal del hombre? Es el carro glorioso sobre el cual reposa, que debería animar con su fuego, y que un día debe hacerla planear en la gloria.
¿Cuál es el pensamiento del alma animal? Es su cuerpo material. Es la producción mixta y sujeta a descomposición; dado que los diversos principios que concurren para su construcción pueden también dividir y suspender su acción, cuando el centro que las une se retira.
¿Cuál es el pensamiento del carro glorioso, donde reposa el alma inmortal del hombre? Es una operación de vida; porque tiende a una progresión que va siempre de acciones simples en acciones simples.
¿Cuál es el pensamiento del cuerpo material? Es una operación de muerte; porque vinculándose a una raíz que no es simple, cuanto más sus resultados se propagan, más se dividen y debilitan”. [HD 155]

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