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miércoles, 18 de julio de 2012

El Hombre de Deseo... Saint-Martin


“Pedid y se os dará;
buscad y encontraréis;
llamad y se os abrirá”.
Mt. 7:7 y Lc. 11:9
  
"El hombre con verdadero deseo 
tiene el poder 
de conocer y determinar la vida de su espíritu"
EC, Canto 87

La llave del Hombre de Deseo:


Antes de que fuese mordida la manzana, podíamos obrar sin esfuerzo.
Después, la obra no se consuma, cual fuego puro de un ardiente suspiro.

La Llave del Hombre de Deseo debe nacer del deseo del hombre.

Esto es: antes de que Adán "comiese la manzana", el hombre podía realizar su obra sin esfuerzo. Después la obra no se concretiza a no ser con la ayuda del fuego puro, emanado de un ardiente suspiro, procedente del gran esfuerzo individual. Así, la llave del Hombre de Deseo debe nacer del deseo del hombre.
"El primer principio de la ciencia que cultivamos es el deseo. En ningún arte temporal, ningún operario jamás consiguió, sin cierta asiduidad, un trabajo y una continuidad de esfuerzos para llegar a conocer las diferentes partes del arte que se propone abrazar. Sería, por lo tanto, inútil pensar que se puede llegar a la sabiduría sin deseo, visto que la base fundamental de esa sabiduría no es sino el deseo de conocerla, que hace vencer todos los obstáculos que se presentan para bloquear la salida, y no debe parecer sorprendente que ese deseo sea necesario, una vez que es positivamente el pensamiento contrario a ese deseo el que separa a todos aquellos que procuran entrar en ese conocimiento". 
(IHD, Iª Instrucción)
La puerta santa
¿Quién golpea la puerta santa? Un hombre de paz, un hombre de deseo. ¿Habrá ese hombre de deseo vencido a sus enemigos?” […]
“Señor, ¿cómo estas verdades sencillas y profundas llegarían sin ti al corazón del hombre? El tumulto de sus pensamientos agita excesivamente su atmósfera: sólo te puede escuchar en reposo.
Persíguelo en el silencio del retiro y en la calma de la noche. Llámalo, como llamaste a Samuel. Apodérate de sus sentidos lentamente y sin que sus facultades puedan oponerse a tu proximidad.
Transfórmalo en hombre de paz, en hombre de deseo, para que puedas después abrirle la puerta santa”. [HD 177]
"¡Cuanta paciencia, cuanto ingenio necesitas, verdad santa, para hacer penetrar la vida en el alma humana! Es preciso que te envuelvas, que disimules, como si tuvieses proyectos funestos contra los hombres". [HD 73]
Los cielos anuncian la gloria de Dios; pero el verdadero testimonio de su amor y su sabiduría está escrito en el corazón del hombre.
Es en la extensión ilimitada de nuestro ser inmortal que se encuentra la señal elocuente del Dios santo y sagrado y del Dios bienhechor a quien se debe toda nuestra veneración”. [HD 12]

Los tres grados del Hombre de Deseo:

“Acordaos de Zacarías; acordaos del Salvador, antes y después de su resurrección. Acordaos aún de su ascensión, y conoceréis los tres grados del hombre de deseo”.
[HD 28]

El verdadero Deseo nos aproxima a la Luz:

El Hombre de Deseo que sigue las leyes del Eterno no conocerá privación, ya que, uniéndose íntimamente a la ley eterna, la ley pasiva de las formas no podrá imponerle límites. Ved, pues, Hermanos míos, un principio de la necesidad que tenemos todos de seguir esas santas leyes, pues a medida que nos aproximamos al Eterno, la Luz se aproxima a nosotros; si nos separamos de él, las tinieblas se apoderarán de nosotros”.
(IHD, IIª Instrucción)
"...hasta que su ardor por la verdad haga salir de él violentos deseos, que deseos y movimientos creadores, por así decir, se eleven desde todas las facultades de su Ser, que suban hasta la fuente de la luz y, después de recibir la unción saludable y sagrada, le vuelvan a traer esas influencias vivificantes que deben hacer germinar en él los tesoros de la sabiduría y de la verdad". [CN, IX]

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